Es muy importante cuidar a quienes trabajan en el ámbito de la salud. Estos profesionales están en la primera línea de defensa contra enfermedades y emergencias médicas, lo que les expone a un estrés físico y emocional significativo. Un bienestar óptimo asegura que puedan brindar la mejor atención posible a sus pacientes, manteniendo al mismo tiempo su propia salud y previniendo el agotamiento profesional. Además, promover ambientes laborales saludables en el sector sanitario contribuye a la retención del personal, mejora la satisfacción laboral y optimiza la eficiencia del sistema de salud, lo que resulta en una mejor calidad del cuidado para los pacientes. Por ello, hemos desarrollado dos servicios fundamentales para la mejora de los equipos humanos que trabajan en el ámbito de la salud:
Supervisión de Equipos de Salud (SES)
El SES es un programa integral destinado a mejorar la dinámica y el rendimiento del equipo humano que trabaja en instituciones del ámbito de la salud.
A través de encuentros estructurados y técnicas basadas en la teoría de interdependencias recíprocas, se busca optimizar la cooperación grupal e individual, con el objetivo de mejorar las relaciones laborales, promover el bienestar, y prevenir el estrés y el burnout.
Este enfoque se propone como una solución para alcanzar una eficiencia operativa superior y un clima organizacional saludable, esencial para la prestación de servicios de salud de alta calidad.
Grupo Vivencial (GV)
El GV es una propuesta destinada a los profesionales de la salud, con el objetivo de crear un espacio de interacción y apoyo emocional entre pares.
A través de la cooperación y el apoyo mutuo, fomentamos una manera de trabajar más compartida, reduciendo la sensación de soledad que a menudo se experimenta en los servicios de salud. Además, ayudamos a mejorar los vínculos tanto dentro como fuera del trabajo, promoviendo un mayor nivel de salud mental entre los miembros de la institución.
Este enfoque no solo beneficia directamente a los profesionales de la salud en términos de bienestar personal y laboral, sino que también mejora la calidad del servicio al paciente, reduce los costos asociados con el ausentismo y las enfermedades relacionadas con el estrés, y fortalece las relaciones entre los profesionales, la institución, los pacientes y las familias.
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